05 mayo 2009

MADRE






El pasado día 3 fue el Día de la Madre

Por …. no tengo Madre, pero como se lo debo, pasé un día muy muy bueno.
Ahora pienso, e igual podría haberlo pasado con otra madre, pero como no había a mi alcance otra que admirara, respetara, fuera gran persona y quisiera igual, lo pasé en familia.
Ahora no voy a empezar con lo de … mi mamá me mima, yo amo a mi mamá... no, me acordé de un cuadro, La madre, de Sorolla, uno de los sitios que hace mucho no visito es la casa museo de Sorolla en Chamberí. Es un sitio, un palacete, que merece ser visitado aunque no hubiera cuadros en él.

Mira que me meto en cada cosa, con la fácil que hubiera sido comentar cualquiera de las escenas de playa con sus impresionantes luces, en vez de este cuadro de interior cargado de blancos. No sé las medidas exactas y por mucho que las he buscado no he conseguido encontrarlas, es un cuadro grande podría estar entre los 3 x 2,5 metros aproximadamente. Representa el nacimiento de uno de sus hijos.

Es impresionante, y… nunca mejor dicho. Son ráfagas de blanco, de todas las tonalidades posibles dadas con la pasión que sólo puede tener quien ha nacido viendo el sol sobre el mar. Dos pequeñas cabecitas con color, la de la madre… , y la del bebé…. Lo demás es jugar con todos los colores del arco iris para conseguir dar volumen a las sábanas y perspectiva a las paredes, con un único pensamiento: el blanco, con pasión. Blanco, únicamente blanco… y sin embargo conseguimos ver unas paredes y unas sábanas con cálidas luces y frías sombras.

Mis niños chiquitines… porque aunque tengan más de 25 años siguen siendo mis niños, a los que seguiría acunando, besuqueando, mimando… pero no se dejan claro. “Papá… por favor no seas plasta”. Ellos, nuestros hijos, no pidieron venir a este mundo… nos los dan sin manual de instrucciones, sin ni siquiera uno de esos mal traducidos que no se entiende nada, sin tener ni idea nos ponemos primero a criarlos… después a educarlos y lo que yo creo que es lo más importante y difícil, a enseñarles la diferencia entre el bien y el mal.

A veces cuesta soportarlos, “tocapelotas”. En Londres existe la buena costumbre de no permitir su entrada en muchos restaurantes y pubs. Lucen grandes carteles que dicen “children are not allowed” (no se admiten niños) eso está bien. Sin embargo… cuando los aceptan en lugares públicos todo está pensando para que ellos disfruten y tú estés cómodo.

Un día volaron … y yo les echo de menos, pero… ni yo puedo vivir su vida, ni ellos la mía. Con la edad que tienen ya no me condicionan, no voy a decir que no me necesitan, porque no es verdad… siguen dependiendo en algo de mí y... siempre se necesita a papá. No hay cariño más incondicional y sin medida que el de los padres y el que tú y yo le tenemos a los niños, a nuestros hijos.

Ahora, ya es una gozada estar con ellos. No pertenezco yo al grupo ese de progenitores que dice que son coleguillas de sus hijos. Yo no, no soy su amigo... soy su padre que es mucho más importante. He sido exquisitamente delicado con ellos en lo que concierne a mi vida afectiva. No tengo que darles explicaciones, pero les debo respeto. Y que sepas que una parte de ese respeto es mía y otra me la he copiado. Creo que, aunque algunas veces Pepo vaguea más de lo que a mí me gustaría he conseguido hacer dos buenas personas, que por supuesto me quieren… me quieren mucho… soy su papá.

Uno de los errores que cometemos los hombres más frecuentemente es querer convertirnos en los padres de nuestras parejas. Otras veces… es justo al revés, es ella la que quiere que te vuelvas su padre. A mí personalmente no me molesta absolutamente nada, pero… a muchísimas señoras un “te quiero”, las hace subirse por las paredes. A mí no… ya digo, a mi me gusta, me gusta mucho mimar y malcriar un poquito. Pero …. tranquilidad … respetando su vida.

Me gustan las nanas, me encantan… especialmente una que cantaba Vainica Doble… “Nana de una Madre muy Madre”. Duerme mi bien, mi dulce bebé, pequeño corazoncito, mamá te va a hacer un postre de miel con fresas y merenguito…
Y esto? A que viene ahora? Pues al postre que me hice el domingo.

Mis hijos dicen de mí que soy un padre un poco peculiar, por un lado los mimo mucho y por otro lado se han quejado que desde que eran muy pequeñitos ya les hacía tomar decisiones por sí mismos… supongo que ya les está sirviendo … digo yo.

Mi madre era una mujer muy dulce y serena… bastante guapa en su juventud, otra guapura distinta a la de ahora, que tuvo seis hijos, y… siempre fue la más alegre. Cantaba, oía música. O las dos cosas a la vez. Tocó el piano. Pocas veces la vi yo al piano… Yo me parezco bastante a ella, dicen que tengo la boca de mi padre, algo de su carácter pero que soy muy igual a mi abuelo. El tacto de sus manos me recordaba a las de mi abuelo. Hay una foto suya que a mi me gusta especialmente... es muy joven, aunque el peinado que lleva la hace parecer mayor de lo que en realidad era.

Buscaba una gfoto de una madre para cerrar este comentario, pero la que me gustó es esta. refleja todo

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